Riesgos de Trabajo: “el proyecto provoca escalofríos”
Así opinaron León Piasek y Fernando Vigo, titulares de la Asociación de Abogados Laboralistas, en relación al proyecto que el Ejecutivo nacional envió al Congreso.
La postura fue dada a conocer mediante un duro documento firmado por las principales autoridades de esta organización que nuclea reconocidos abogados laboralistas de todo el país. Transcribimos a continuación el documento completo:
“Es imposible analizar las reformas a la Ley de Riesgos del Trabajo (LRT) que propone el Poder Ejecutivo Nacional, sin recordar la década del ’90 del siglo pasado. En el discurso de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner del día 19 de Septiembre, anunciando el envío del proyecto de ley al Congreso de la Nación, claramente se dijo que la iniciativa contaba con el consenso de los sectores empresarios y sindicales, aunque, justo es decir, entre los presentes solo se encontraban sindicalistas, que otrora apoyaron la legislación en la materia, impulsada por los últimos gobiernos del siglo XX, y algunos de los denominados “oficialistas”.
Esta “foto” nos remite a julio de 1994, cuando la C.G.T. firma con el gobierno de Carlos S. Menem y los empresarios, el “Acuerdo Marco para el Empleo, la Productividad y la Equidad Social”, que le dio sustento ideológico al proceso de flexibilidad laboral y de despojo a los trabajadores. Pero esa reminiscencia no solo obedece a que en la foto aparecen los mismos dirigentes sindicales, sino, fundamentalmente, por el sesgo que tiene la reforma hoy propuesta.
El apoyo incondicional de los sectores patronales y de las ART, y el silencio cómplice de la dirigencia sindical que habría “consensuado” la reforma, nos indica con total claridad quiénes son los ganadores y quiénes los perdedores. El borrador del proyecto de ley que ha trascendido provoca escalofríos, por lo que dice, por todo lo que no dice, y por una lamentable técnica legislativa. No obstante, el discurso de la Presidenta ha sido suficientemente explícito como para entender la orientación de la reforma que se proyecta: arrebatarle a las víctimas de siniestros laborales su derecho a una reparación plena de todos los daños sufridos, mediante la burda maniobra de obligarlos a optar, entre la supuesta seguridad de recibir lo que ofrece la ART, o el riesgo de un conflicto judicial. La palabra extorsión no suena demasiado dura en esta ocasión. Asi mismo, con respecto a la creación de las llamadas mutuas con intervención sindical, entendemos que el tema merece un mayor debate, pero sin perjuicio de ello, no podemos dejar de recordar la nefasta experiencia de la AFJP sindicales, en la que algunos gremios fueron cómplices de la estafa a los trabajadores.
Además, para reforzar la presión sobre las víctimas para que no salgan del sistema, se las amenaza con el hecho de tener que recurrir a la Justicia Civil, o sea a jueces y procedimientos sin la conciencia o sensibilidad social que tienen naturalmente los jueces del Trabajo.
Por otra parte, las indemnizaciones que se establecen en el fuero civil son notoriamente inferiores a las que se fijan en sede laboral, y se elimina del procedimiento los principios protectorios que rigen en la Justicia del Trabajo. Empresarios y ART agradecidos. Ello sin perjuicio de la evidente inconstitucionalidad de la norma, pues no existe la menor duda que el juez natural, en casos de accidentes de trabajo, es el juez laboral.
¿Por qué se recurrirá a este camino, si las indemnizaciones de la LRT son – como dicen –justas? El trabajador que pleitea es el trabajador insatisfecho con lo que recibe. Así de simple. El trabajador no pleitea porque lo convence un abogado. Pleitea porque se siente defraudado, despojado de sus derechos. Salvo casos patológicos y marginales, que no pueden poner en peligro qué se recurrirá a este camino, si las indemnizaciones de la LRT son – como dicen –justas? El trabajador que pleitea es el trabajador insatisfecho con lo que recibe. Así de simple. El trabajador no pleitea porque lo convence un abogado. Pleitea porque se siente defraudado, despojado de sus derechos.
Salvo casos patológicos y marginales, que no pueden poner en peligro el sistema, si la reparación del daño que ofrece la LRT es justa, la llamada “litigiosidad” será naturalmente insignificante. Pero – lo ha dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso “Lucca de Hoz” – una indemnización que deja daños sin reparar, no es justa. Por lo tanto, podemos pensar que los autores de este proyecto de ley saben, o suponen, que los trabajadores no recibirán un justo resarcimiento de los perjuicios dentro del sistema. Nosotros no tenemos dudas de que será así, ya que también se pretende producir una reforma regresiva de las prestaciones dinerarias, eliminando las mejoras que en ese tema traía el decreto 1694/09.
Han pasado ocho años desde que la Corte Suprema de Justicia descalificó constitucionalmente la LRT, y han pasado más de dieciséis años desde que se puso en marcha una ley de Riesgos del Trabajo que muy poco ha hecho por la prevención, y que ha funcionado como una máquina de destrucción de los derechos de los trabajadores. Después de todo ese tiempo, lo que el gobierno ofrece es, dejar para más adelante la cuestión de la prevención, y dar una urgente solución satisfactoria a las demandas de los grandes grupos económicos. Ya no parece casual que la Presidenta hable de este tema – que es trascendental para los trabajadores – rodeada de empresarios que la aplauden a rabiar.
Repetimos por enésima vez: la LRT no admite parches, debe ser íntegramente reformulada, eliminando a los operadores que lucran con el sistema y haciéndolo girar sobre el único eje posible: lograr que la clase trabajadora deje de pagar ese “impuesto de sangre” que le impone el ordenamiento social y económico en el que viven, que hace que cada quince segundos, mueran más de cuatro trabajadores en el mundo, por causa de siniestros laborales. Por ello, vale recordar que los derechos laborales son derechos humanos, y que es una grave contradicción ideológica alegar que se defienden los derechos civiles y políticos, pero se retrocede cuando se trata de derechos sociales, ya que los derechos humanos son indivisibles e interdependientes”.
Asociación de Abogados Laboralistas
Fernando Vigo (Presidente)
León Paisek (Secretario general)
Fuente: www.ajb.org.ar